La calidad del aire de una oficina influye positivamente en la productividad

En las oficinas con tasas de ventilación bajas a menudo los trabajadores sufren lo que se denomina “síndrome de la oficina enferma”. Según el Instituto de Biomecánica de Valencia, este fenómeno afecta a casi el 60% de oficinistas españoles. Los problemas de salud que conlleva ese síndrome pueden ser dolores de cabeza, falta de concentración, irritación en los ojos, tos y presión en el pecho. Esto deriva en ausentismo y una menor productividad en el espacio de trabajo.

En las oficinas con tasas de ventilación exterior altas, en cambio, el rendimiento cognitivo de los empleados es mucho mayor. Según la investigación del programa Healthy Buildings, los trabajadores expuestos a espacios con ventilación más alta, menos sustancias químicas y menos dióxido de carbono tomaban mejores decisiones en asuntos estratégicos y ante situaciones críticas.

Las investigación también muestra que el costo de implementar un sistema de ventilación óptimo es poco con relación a las ganancias. Duplicar la tasa de ventilación costaría entre 10 € a 40 € por persona al año. Mientras que las ganancias que arroja la investigación se estiman de 6000 € anuales solo por duplicar la ventilación en el espacio de trabajo.